Docentes crean libros de texto... y mucho, mucho más
(English version below)
David Warlick escribe sobre los libros de texto y la industria musical y me puso a pensar acerca de dos cosas que hacemos desde el ministerio: una base de datos/repositorio de Experiencias Significativas (Colombia Innova) y un banco de Objetos Virtuales de Aprendizaje (básicamente contenido educativo reutilizable de tipos muy diversos).
Ambas iniciativas son separadas (las bases de datos y metadatos no hablan entre sí), pero David me hace pensar que estamos subutilizando un par de ideas muy poderosas al no pensar en ellas como parte de lo mismo: esa idea que estoy tratando de moldear de la "red del conocimiento" en Colombia Aprende.
David dice (y traduzco libremente),
- ¿Qué tal que los profesores y estudiantes de educación empezaran a escribir pequeñós pedacitos de contenido, merecedores de sus libros de texto?
- ¿Qué tal que un sistema para compartir archivos surgiera, donde los docentes pudiesen buscan, acceder y descargar pedacitos de contenido unos de otros - a nivel mundial?
- ¿Qué tal que los profesores empezaran a ensamblar este contenido compartido en sus propios sitios de Moodle, o que alguien escribiera una aplicación de código abierto específicamente diseñada para convertirse en el libro digital de nueva generación?
- ¿Qué tal que dejaramos de comprar libros de texto y usaramos el dinero para dar a cada profesor y estudiante acceso a al mundo del contenido digital en redes?
No puedo estar de acuerdo con el último punto de David (creo en los libros de texto y su lugar en la escuela), pero no puedo estar más de acuerdo ni más interesado en las primeras dos preguntas, que creo son los conceptos sobre los que se construyen las ideas de bancos (de objetos virtuales, de experiencias, etc.) en Colombia Aprende. Ahora nuesto sistema no es una red de "usuario a usuario" (peer to peer) como BitTorrent o Kazaa, entre muchos muchos otros. Los servidores para descargar están en universidades y envían metadatos a un banco central de objetos virtuales de aprendizaje que los agrega y hace que se puedan encontrar en un mismo lugar, aunque se descarguen de los servidores de los creadores. Las experiencias son una base de datos con información de referencia alojada en un computador central (no es el mismo esquema distribuido del banco de objetos). Si ambos, las experiencias significativas y el banco de objetos puedieran hablar unos con otros, los docentes y estudiantes tendrían una herramienta para construir redes mejores prácticas y contenido para apoyar y extender lo que hacen con sus libros de texto y demás medios y recursos. Incluyendo el "peer to peer", los colegios con conexiones lentas (muchos) o acceso intermitente (debido, por ejemplo, al clima y las conexiones satelitales) podrían tener sus propios servidores con lo que los docentes de sus redes internas han usado y bajado y subido y podrían compartirlo entre sí aún sin conexiones permanentes.
Me imagino esta adaptación open source de habla David como unos estándares de XML/RSS que sirvan para agregar recursos en el escritorio personal de los docentes (en Colombia Aprende) y para compartir metadatos entre múltiples portales y bases de datos alrededor del país (en portales regionales y locales). Ahora con opciones de publicación como estas, viene la pregunta por el control de calidad de los contenidos agregados, algo difícil de lograr... pero ahí, de nuevo, pienso en los usuarios (profesores, estudiantes, comunidad) siendo los principales agentes de control: ¿un sistema de calificación/destacado podría lograrlo?
Espero que esto tenga algún sentido así medio fuera de contexto...