Normalización y nuevas ideas
La temperatura baja de nuevo y me alegra, aunque hoy cometí el error de salir sin saco y estuve a punto de congelarme. Más o menos lo mismo que pasaría si alguien sale por la noche en Bogotá con sólo una camiseta. Nada grave pues no hace tanto frío todavía, pero parece que finalmente las temperaturas altas del verano están cediendo, pues cuando pensé que llegaba el otoño, eso no era más que un engaño para bobos, como yo, que no conociendo el clima de la ciudad se alegrarían viendo que el verano pasaba.
Después de pasar todo el día en la biblioteca (bueno, me levanté como a la una) leyendo para mi clase de mañana y esperando encontrarme con Rafael, un compañero en mi clase de políticas educativas en países de desarrollo, finalmente llego a mi cuarto a lavar mi ropa y escribir este mensaje mientras la secadora hace lo suyo. Aún no termino de leer, pero eso ya es rutina y no creo que cambie en el transcurso del semestre. Leeré mucho y trasnocharé haciéndolo. Simplemente el trabajo aumentará cuando tenga que escribir trabajos y demás.
Ahora que ya han pasado dos semanas de clases y tres desde que llegué aquí, ya todo se vuelve más normal y la noverdad ciertamente disminuye. Las clases ciertamente no cambian mucho, aunque cada una es diferente a la anterior; la rutina es la misma y yo me voy haciendo a la idea de cómo trabaja cada profesor y cómo son sus métodos y clases. Todos tienen en común el uso de por lo menos presentaciones de PowerPoint haciendo uso de la tremenda infraestructura tecnológica que mendionaba en mi mensaje anterior. Eso hace que todo sea más sencillo en cierta medida y disminuye, llevando casi a cero el uso de los tableros de tiza que aún hay en cada uno de los salones. Sinembargo aún los usan de vez en cuando para explicar algo que no está en las diapositivas.
Esta semana me llegó mi nuevo portátil, un IBM muy simpático, aunque como todos los portátiles IBM, nada muy bonito, especialmente comparado con los presiosos iBooks y PowerBooks (Macintosh) que muchos de mis compañeros tienen. Es, sinembargo, una computadora muy robusta y buena. Mucho mejor que el pobre Rigoberto (mi viejo Compaq) que se siente un poco deprimido ahora que casi no lo uso. Aún no sé qué voy a hacer con él. Inicialmente planeaba quitarle el Windows y usarlo de computador experimental instalando solamente Linux en él, pero estoy empezando a pensar que eso no tiene mucho sentido pues no voy a tener mucho tiempo de experimentar. De pronto lo mejor será buscar la forma de enviarlo a Bogotá para que mi hermana y mi papá le den buen uso, pues todavía es un buen computador que sirve para mucho; no tiene quemador ni DVD y la pila ya no le dura sino unos cinco minutos, pero es muy buen computador al que se le puede sacar mucho jugo. Esa decisión de qué hacer con él la tomaré en algún momento antes de Noviembre, fecha en que un amigo viaja a Colombia y tal vez le podría pedir que lo lleve. Por ahora estreno mi nuevo IBM, una computadora que me arriesgué llamar "Fiona" como la esposa de Shrek, esperando que no le dé por dame cantaletas y demás como me pasó con Rigoberto cuando se llamaba Bagheera, problema que solucioné con un cambio de sexo y formateada y deshaciéndome del windows malenium que traía: así pasó de computadora a computador y de Bagheera a Rigoberto.
Esta semana, además de jugar con mi nuevo computador, salí el lunes con mis compañeros a tomarme unas cervezas por ahí y decidimos que mañana (lunes) nos reuniremos en casa de uno de ellos (Jasmine Ma) a hacer una sesión de Martinis. No crean que somos unos borrachos, no. Simplemente creemos en el poder socializador del alcohol. Además es más fácil y barato salir a tomarnos unas cervezas que salir a comer a algún restaurante. Se preguntarán también, "¿por qué un lunes?" Pues porque los martes casi ninguno de nosotros tiene clases y es más fácil cuadrar con todo el mundo salir un lunes que un viernes o sábado cuando muchos tienen otros compromisos con sus novios, esposos o amigos. Son buenas ocasiones para socializar y tratar de hacer caso a quienes me han dicho, en repetidas ocasiones, que lo más importante de estudiar en Harvard es la gente que uno conoce y los contactos que pueda hacer. Esas son personas que en un futuro podrían llegar a darme trabajo o contactarme con gente que lo haga o incluso gente con quien podría trabajar. Además de mis compañeros de TIE (Technology in Education) estoy haciendo mis mejores esfuerzos por ser sociable con gente de otros programas y escuelas. En el dormitorio he conocido gente de Arts and Sciences, desde historiadores hasta físicos, y del Kennedy School of Govenment. Pero aún no conozco gente de otras partes de la universidad como el Medical School, o el Business School (aunque estos últimos tienen mala fama entro nosotros los idealistas -gente que estudia educación y no está tan interesada en ser millonaria como ellos-). En todo caso estoy tratando de ser sociable y contactar toda la gente posible. Eso igual no es fácil y aunque he conocido mucha gente y ya tengo planes con algunos, aún no hay ninguna que sea mi "amigo".
Entre los planes está una organización de estudiantes latinoamericanos que Rafael, a quien mencioné al inicio de este mensaje, está montando para estudiar temas de política educativa con el apoyo (económico) del Rockefeller Center for Latinamerican Studies y un grupo llamado UnTie, que estamos iniciando con algunos compañeros de mi programa. Este último pretende ser algo así como un laboratorio/centro de acopio de problemas y soluciones relacionados con tecnología y educación (el TIE significa Technology Innovation in Education). La idea principalment es crear un lugar de encuentro (posiblemente en Internet) donde educadores e interesados en educación puedan sacar a flote problemas que encuentran en su práctica o vida diara, obviamente relacionados con educación y tecnología, para que nosotros podamos bien trabajar en solucionarlos o bien contactar gente que esté interesada en hacerlo, como proyectos para sus clases o por simple interés. El grupo básicamente será un lugar para buscar problemas y soluciones a problemas reales. La idea aún está muy cruda, pero a mí me suena muy interesante y ya veremos qué resulta. Así que si conocen interesados y tienen problemas que nos puedan interesar, pues mándenme un mensajito y veremos qué se puede hacer. Por ahora estamos en la primera etapa y el acceso a problemas reales (especialmente en países en desarrollo) sería de gran utlilidad. Yo puedo pensar en algunos, pero seguramente con ayuda de más gente, tendremos muchos más.
La secadora ya debe tener mi ropa lista, así que dejo de alargar esta epístola y me voy a planchar.
Un abrazo a todos,
Nando